Sororidad

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Se define a la sororidad como a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género. Un término que cada vez está más en boga, sobretodo cada vez que se habla de machismo y feminicidios.

Es complejo romper el patrón mental establecido (y supuesto) en el que las mujeres nacimos para odiarnos, donde solo nos comunicamos a través de la agresión y la crítica y por más años de amistad que llevemos pareciera que siempre estamos a un pito de distancia de pelearnos eternamente.

Más complejo es romper con la creencia popular de que la amistad entre el hombre y la mujer no existe, que si nos vestimos distintas es siempre siempre para calentar a un tipo, que a las mujeres no nos gusta el fútbol ni el alcohol, que no cogemos si no es por amor <¡y menos en una primera cita!>, que nuestra mayor ambición en la vida es encontrar un señor con plata que nos mantenga, que si o si queremos ser madres, y que si hoy no lo deseamos “es cuestión de tiempo”.

La lista de mandatos y creencias es eterna. Abarca muchos y muy diferentes temas pero hay un punto en común: el desprecio por nuestra voluntad. Es como si se hubieran olvidado que antes de mujeres somos seres humanos, ergo, tenemos voluntad y deseos propios.

¡Cuánto reconocimiento y cuánto perdón nos debe el patriarcado! Si pudieran ver un poquito de lo que yo veo en las mujeres que me rodean, lo entenderían…

Soy muy afortunada de tener cerca mujeres que día a día me demuestran que somos mucho más de lo que nos quisieron hacer creer. Donde algunos solo ven mujeres superficiales a las que solo les importa el dinero, yo veo mujeres que se plantan las veces que sea necesario para entender y buscar su deseo real, que son capaces de empezar una y otra vez para vivir una vida que valga la pena recordar. Y eso abarca desde cambiar de profesión, abandonar trabajos que la gente considera “seguros” hasta tener el coraje de separarse en un mundo que condena permanentemente a la mujer <sola>. Porque el hombre está soltero, pero la mujer está sola.

Donde la televisión nos muestra mujeres que atacan a las amantes de sus maridos, yo veo amistades que no tienen día ni horario cuando hay un ser que sufre y necesita un abrazo. Pero veo algo mucho más importante que la empatía y la compasión, si se me permite bastante característica de nuestro género, y es el empoderamiento.

Todos los días soy testigo de una generación de mujeres que se empodera y empodera a las mujeres que tiene cerca. Que cuando escuchan una historia infunden ganas, coraje, potencial, curiosidad, voluntad. Infunden de todo menos miedo.

Pertenezco a una generación de mujeres que critica un poco menos lo de afuera, pero va a en busca del interior constantemente. Veo mujeres coraje todos los días. Madres que son madres y padres, mujeres que triunfan profesionalmente en industrias machistas y tienen que luchar contra el prejuicio todos los días, mujeres que se cargan familias al hombro, que lloran solo cando sus hijos no pueden verlas, mujeres que salen a recorrer el mundo con una mochila como única compañía, mujeres que abandonan lo “seguro” por ir a buscar magia. Mujeres que rompen patrones y desafían los mandatos constantemente. Aprendo de ellas todos los días.

La revolución será feminista o no será. No hay dudas.

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